El cuidado de plantas de interior con poca luz natural
Mantener plantas de interior en un hogar o en una oficina es una gran manera de traer un poco de vida a un espacio. Sin embargo, para muchas personas, es difícil encontrar plantas que puedan sobrevivir en lugares con poca luz natural. Afortunadamente, hay varias plantas de interior que son resistentes y pueden crecer en condiciones de poca luz. Aquí hay algunos consejos para ayudar a mantener vivas estas plantas de interior.
Seleccionar las plantas adecuadas
Es importante seleccionar plantas que se adapten a las condiciones de poca luz natural en tu hogar o lugar de trabajo. Hay muchas variedades de plantas de interior que pueden crecer bien en condiciones de poca luz, como:
- La planta de serpiente (Sansevieria trifasciata)
- El Philodendron Brasil (Philodendron hederaceum)
- La Potos (Epipremnum aureum)
- El Lirio de la paz (Spathiphyllum wallisii)
- Lengua de suegra (Sansevieria trifasciata)
Proporcionar la cantidad adecuada de agua
Es esencial proporcionar la cantidad adecuada de agua. Algunas plantas requieren más agua que otras, y algunas plantas pueden tolerar condiciones más secas que otras. Asegúrate de investigar las necesidades específicas de tus plantas y, en general, es mejor sub-hidratar que sobre-hidratar. Cuándo y cuánto regar dependerá de la especie. Si las hojas se vuelven amarillas, arrugadas, secas o marrones, es posible que la planta esté recibiendo demasiado o muy poco agua, ¡debes ajustar sus condiciones o incluso elegir otra especie de planta! Recuerda que el exceso de agua puede podrir las raíces y las lleva a la muerte.
Fertilizar en el momento adecuado
Hay muchas variedades de fertilizantes para plantas en el mercado, y es fácil sentirse abrumado por las opciones. Asegúrate de escoger un fertilizante que sea adecuado para la especie de tu planta y que equilibre los desequilibrios del sustrato: rociar abonos que provienen directamente de productos naturales como compostará podría ser una solución de bajo impacto para estas cuestiones. Además, asegúrate de fertilizar en el momento adecuado del año, lo que dependerá de las necesidades de tu planta y del hemisferio del planeta en el que te encuentres. En general, lo mejor es fertilizar en la primavera y el verano, cuando las plantas experimentan un rápido crecimiento. Recuerda que el exceso de fertilizante puede poner en peligro la salud de la planta.
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